Por René Gutiérrez G.
Aunque los
rastros de un perifoneo de compra de estos últimos metales, no tenga el mismo
valor que en las recibas de mayor alcance, es cualquier cosa la disminución que
puedas obtener en tu propia casa que el ir hasta vender estos elementos a una
reciba, porque tendras el gasto del mueble y la gasolina cuyo venta por litros está
por las nubes.
En fin, en un
automóvil o camioneta escuchas muy a menudo que salgas del domicilio, pues a la
puerta de tu casa están comprando todos los útiles viejos, como lámina,
motores, sillas tubulares, cubetas, en fin, de todo tipo, e incluso, brotes de
aluminio y hasta cobre puedes vender en ese aparato de sonido que te explica lo
que andan comprando, pero jamás te mencionan el precio al que te van a comprar
tu aluminio, cobre, hierro dulce o hierro forjado.
Todo depende de
quien venda y quien compre, pero lo que sí está uno muy seguyro, que al momento
de vender el elemento, no tendrás que acudir en tu auto hasta las recibas de
algún yonque, o simplemente una bodega donde habrá que descargar lo que vayas a
vender, pues en tu casa no te cansas, no te mortificas y no gastas en gasolina,
simplemente les vendes a los que compras y ellos mismos, cargan lo que sea, lo
pesan y te pagan.
Pie de foto
En un vehículo como el de la gráfica, pasan hasta la puerta
de tú casa perifoneando que tengas a la mano cualquier elemento sea: lámina,
hierro, aluminio, o cualquier otro aparato y te lo compras, sin que tú, tengas
que ir a una reciba a vender lo que ya no te sirva.
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