Por René Gutiérrez G.
Lo anterior es un
reportaje de Valle del Norte quien investigó, que jóvenes y adolescentes entre
los 14 y 21 años de edad pueden ser una generación perdida, pues la mayoría de
ellos, hasta casi en un 80 por ciento se involucran o son presa fácil de la
delincuencia organizada.
Esta guerra contra la
delincuencia organizada empezó en el año 2010, cuando el gobernante que tenía
el mando del país, era del Partido Acción Nacional (PAN), específicamente el
licenciado Felipe Calderón, quien ahora es un ex presidente cuya consorte,
estaría buscando el próximo año ser la primera mujer en llevar las riendas de
la República.
Pero volvamos a lo
nuestro, pues es en ese régimen panista, donde la mayoría de los jóvenes debido
a falta de oportunidades tanto en el estudio como el tener un trabajo
debidamente remunerado y al escasear ambos, buscan participar a como de lugar
entre las bandas delincuenciales.
Lo anterior quizá se
deba a que la mayoría de la sociedad mexicana es pobre o vive en una realidad
bastante incierta, por lo tanto, los jóvenes entre los doce a los 29 años,
buscan llevar dinero a sus casas y lo más fácil, es meterse a una organización
delictiva que los lleva inmisericordemente a la muerte, perdiendo con ello la
realidad por la que estamos en este mundo, que es la de formar una familia,
tener hijos, para que México siga siendo un país joven y no envejezca por la
pérdida de esta generación.
Una de las causas es
lo anterior descrito líneas arriba, porque existe otra aunque no tan similar,
es la de abonarse como migrantes y huir hacia la Unión Americana o al Canadá o
cualquier otro país con mejor índice de vida, teniendo con ello, (el que lo
logra), mejores oportunidades de vida, dejando a México, que si las cosas siguen
así, envejecerá muy pronto y tendría que esperar muchos años, para que los
niños de hoy crezcan en otro ambiente y al pasar los años, tengan una familia
que vuelva a rejuvenecer a nuestro país.
Así las cosas
diremos, que estos jóvenes o niños que se enrolan en la delincuencia
organizada, muy pronto se verán abandonados y desprotegidos del Estado, de su
familia y de su comunidad, pero al mismo tiempo, se volverán victimarios, pues
lo primero (el ser niños o jóvenes), no les exime responsabilidad penal.
Muchos de ellos, ya
portan armas prohibidas, han cometido robos con violencia o delitos contra la
salud o ya ha participado en algún secuestro, pero no olvidemos que estos
pequeños sicarios son considerados por las bandas del crimen organizado como
desechables, pues no busca en ellos nuevos líderes, simplemente los usa y luego
se deshace de ellos.
Pie de foto:- Así
terminan los niños y jóvenes que abarcan o sen reclutados por el crimen
organizado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario