sábado, 2 de septiembre de 2017

La Casa del Indigente alberga a 11 personas

7 son de planta y 4 salen de día y regresan a dormir

Por René Gutiérrez G.

     Actualmente en la Casa del Indigente Santísima Trinidad viven de sus recuerdos once personas, 7 de las cuales la tienen como su hogar y cuatro de ellas, salen de día a hacer su vida, pero regresan por la noche a dormir donde además de un buen colchón, también tienen una cena bastante agradable.
     Así se expresó el presidente del patronato de esta casa humanitaria ingeniero Adolfo Sevilla Peña quien para todas estas personas siempre tiene una sonrisa en los labios y un buen consejo con pasajes bíblicos que en ocasiones, hacen a los que habitan esta casa del indigente, orar devotamente por ellos mismos y por sus familiares a quienes hace muchos años, los abandonaron o ellos se alejaron de su casa y lugar de origen.
     Entre los que habitan regularmente en ese templo caritativo, está una persona que en su juventud, era auxiliar de camionero que venían a la frontera desde su tierra natal Gutiérrez Zamora en el Estado de Veracruz, para vender bloques térmicos, pero en uno de esos viajes, su compañero lo dejó abandonado por el rumbo de Argüelles, Tamaulipas, argumentando el conductor del camión, que sus extremidades inferiores lo descontrolaban y no podía estar de pie, mucho menos caminar.
     Su nombre Norberto Romero y habita la casa del indigente desde hace aproximadamente 3 meses en que su compañero lo abandonó muy cerca de Reynosa, pero en aquel lugar se aficionó a las bebidas embriagantes y se quedaba dormido donde se le hacía de noche, pero asegura que gentes piadosas le daban algo de comer, hasta que lo trajeron a este lugar donde dice estar muy conforme y a la encargada del lugar, “Doña Juanita”, la trata como si fuera su madre, aunque Norberto tenga actualmente 73 años.
     Recuerda que tiene una hermana menor que él de la que nada sabe y conla que perdió comunicación, porque no recuerda nada de ella y en tono triste, dice que ni sus primos, sobrinos y demás familiares, nada quieren saber de él, porque ni lo buscan, ni se preocupan, pero en esta casa, está muy conforme y contento y no quisiera irse de este lugar porque al hacerlo, volvería a sufrir.
     Los residentes de la casa del indigente dice Doña Juanita, que tiene un año de voluntaria en este lugar, pero que no se aburre, porque le gusta convivir con estas personas a las que quiere como de la familia y ella, les sirve de comer, comida que donan gentes altruistas, además, ayuda a los doctores que van a este albergue a visitar a los indigentes para brindarles consultas médicas y medicinas.

Pie de foto
El es Norberto Romero y vive en este albergue aproximadamente desde 3 meses atrás, el es originario de Gutiérrez Zamora, Veracruz, pero asegura estar contento en este lugar de la Casa del Inmigrante Santísima Trinidad.



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