Por René Gutiérrez G.

Tal es el caso de
Efraín Rodríguez Corpus, un gran peluquero que ha sacado adelante a su familia
con este oficio el cual ha desempeñado por más de 35 años, pero eso no es todo,
porque de adolescente, según cuenta, fue voceador de periódicos y lustrador de
calzado.
Asegura que el
oficio de peluquero no lo deja por nada, pero se le vienen a su memoria los
grandes momentos cuando aseaba calzado, pues dice que él le lustró las botas a
grandes músicos que desafortunadamente se han adelantado en el camino, como Carlos
y José, Los Cadetes de Linares de Homero Guerrero y Lupe Tijerina, así como Los
Relámpagos del Norte de Ramón Ayala y Cornelio Reyna, de los cuales, el único
que aún vive, lo es el señor Ramón Ayala.
También en un
tono entre amargo y dulzón, manifiesta, que el oficio, aunque es muy antiguo
sigue siendo catalogado como uno de los muchos trabajos de los que han vivido
mucha gente, pero que desgraciadamente, poco a poco se han ido acabando debido
a la mucha afluencia de estéticas, aunque también afirma, que poco a poco,
podrían volver a tener su época de oro, pues en distintos barrios y colonias de
Reynosa, están naciendo muchas peluquerías o barberías.
Por último invita
a todos los habitantes de esta gran ciudad, para que no dejen caer las tradicionales
barberías y acudan a cortarse el cabello, afeitarse o a acomodarse el bigote,
pues ellos, (todos los peluqueros), tienen la suficiente experiencia, para
dejar a quienes acuden con ellos, como grandes caballeros.
Pie de foto
Para un antiguo peluquero, las barberías tienden a volver a
tener su época de oro, pues en muchas colonias, poco a poco van naciendo nuevas
barberías.
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