Por René Gutiérrez G.
La discriminación
por su color de piel y el desprecio a su persona por la pobreza en que vivía en
su lugar de origen y más aún, en un país donde se presume no existen estos
prejuicios, lo hicieron cambiar su lugar de residencia llegando hasta esta frontera
en busca de una vida mejor, en lugar de odiar, movieron su corazón para fundar
lo que el llamó Senda de Vida.
En esta Senda de
Vida, da de comer al hambriento, sed al sediento y además les brinda hospedaje
y hasta les dona cuando tiene, prendas de vestir, que él dice, son de segunda y
en ocasiones hasta de tercera mano, pero eso no importa cuando se tiene el
corazón, para brindar a otro más necesitado, lo que uno tiene.
Estas expresiones
son nada menos que del pastor Héctor Silva De León, quien desde un pueblito del
Estado de Oaxaca llegó hasta Reynosa, donde fundó este hospedaje para acomodar
y apoyar en él, a quien busca una tabla de salvación o un apoyo a su
peregrinar, pues al sentirse desalojados del país en el que pensaron buscar una
vida mejor para su familia y la desesperación, los hace derramar lágrimas de
desesperación.

Ante esta
situación, el pastor Héctor Silva, implora por algún auxilio de la gente de
buen corazón y protección para estos necesitados, pero indica, que no le giren
dinero, sino artículos de primera necesidad como frijol, arroz, lentejas,
papas, verduras y alguna ropa, aunque sea de segunda mano, pero en buen estado
y ante todo el sostén que le puedan brindar, les anticipa las gracias y eleva
al cielo una oración por el soporte que recibe y recibirá de la gente.
Pie de foto
El pastor Héctor Silva De León, fundador de Senda de Vida,
solicita de las gentes de buen corazón apoyo con artículos de la canasta básica
y ropa de segunda mano, para él, poder cobijar a todos aquellos que se acercan
a Senda de Vida, cuando son deportados del país del norte.
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