martes, 3 de mayo de 2011

Muerto a puñaladas y a golpes

Por René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.

   Otro cruel homicidio fue descubierto la tarde de hoy, donde la víctima fue materialmente cosido a puñaladas y aunque las autoridades desconocen quien haya tenido tanta ruindad para cometer este asesinato, lo cierto es, que fue encontrado debajo de la estructura del puente internacional Mission Anzaldúas, como a algunos 500 metros al norte de la carretera Ribereña, entre las colonias Hacienda Las Fuentes y Rancho Grande.
     El hallazgo del cuerpo sin vida fue minutos antes de las 18 horas (seis de la tarde), en dicho lugar, hasta donde llegaron las autoridades ministeriales que acompañaron al licenciado José Elías Sánchez, fiscal primero investigador que se hizo acompañar de su oficial secretario y de servicios periciales quienes levantaron toda clase de indicios sobre el hecho.
     El representante social al tener frente a sí el cuerpo sin vida, dio fe ministerial y luego indicó a trabajadores de una agencia funeraria, para que levantaran el cadáver y lo condujeran a la morgue de la procuraduría, para la práctica de la autopsia de ley.
     No lleva documento alguno que sirviera para su identificación, pero en la parte alta de su espalda tenía grabados algunos tatuajes donde se podía leer Vallejo, con letras góticas, así como un código de barras hacia el lado derecho de la misma espalda , donde también se leían “06 12 1983 y en uno de sus brazos, con el mismo estilo de letras, el nombre de Juan José, suponiendo con esto el fiscal, que pudo haber llevado el nombre de Juan José Vallejo, nacido el 6 de diciembre de 1983 o en junio 12 del mismo año, lo que pudiera tener o iba a cumplir 28 años.
     Personal de técnicas de campo al revisar el cuerpo le indicaron al agente investigador, que se le apreciaban por lo menos 15 piquetes en la espalda producidos con arma punzo cortante que pudiera ser una puntilla o un picahielos, esto sin contar las que tenía en su cuello, rostro y abdomen, también le apreciaron golpes producidos con elementos contundentes en la cabeza que pudieron fracturarle el cráneo, dejándole de la nariz hacia arriba el rostro amoratado o negro, producido también, dijeron por el proceso de putrefacción en que iba entrando.
     Gilberto Lerma Plata comandante de la PME, en plática con su jefe del grupo investigador de homicidios Gerardo Treviño, lo aleccionó, para que iniciara una investigación de los hechos, primero, conocer la identidad del muerto, los problemas que pudo haber tenido para que lo asesinaron y descubrir, quien o quienes lo hicieron.


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