Por: René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.


Esta mañana de domingo quedó al descubierto un horrible asesinato cometido en agravio de una mujer hasta esta hora (5 de la tarde), desconocida, a la cual, presuntamente con una piedra de gran tamaño le fragmentaron el cráneo dejando una herida cortante y con hundimiento de piel en medio de la frente y otra más, arriba de la ceja derecha, además de innumerables huellas en otras partes de su cuerpo.

Autoridades de la Procuraduría tuvieron conocimiento de este horrible feminicidio alrededor de las 9 con 30 minutos del domingo y de inmediato se trasladaron a la colonia Ampliación Tamaulipas, encontrando a la mujer muerta en medio de la calle Guardados de Abajo, como a 100 metros de la Casa de Psiquiatría de Reynosa en dicha colonia.
A la dirección mencionada acudieron el fiscal tercero investigador, Licenciado Rubén Arredondo, acompañado de su oficial secretario, elementos de criminología representados por los peritos, Lucio Hernández y Horacio Pérez, agentes del grupo de homicidio de la policía ministerial del estado y policías preventivos comandados por el titular del grupo URI, los que levantaron los datos de la mujer muerta, de la que se desconocen sus generales.
Vestía short de mezclilla, blusa de color celeste con sus pechos al descubierto y huaraches, tenía puesta una pulsera en el tobillo derecho y otra más en la muñeca de la mano izquierda, pelo negro, piel aperlada, un poco pasada de peso, pero no obesa y tendría alrededor de 30 años y un metro sesenta centímetros de estatura.
Según los peritos de técnicas de campo, Lucio Hernández y Horacio Pérez, su muerte debió ocurrir alrededor de las 12 a una de la mañana del domingo 22 (un día después de que el mundo se iba a acabar), contabilizando entre 8 a 10 horas de muerta, su cuerpo, ya rígido, formaba una cruz en relación a sus brazos, que estaban, el izquierdo al sur y el derecho al norte, su cabeza hacia el oriente y sus pies al poniente.

Cabe mencionar que al lugar del hallazgo, llegaron algunas personas, pero ninguna de ellas pudo reconocer a la muerta y aunque una madre de familia llegó con uno de sus hijos llorando, porque pensaba que era su hija que a las diez de la mañana, no había llegado a su domicilio, pero no era y se alejó, tras esta diligencia, el fiscal Arredondo dio fe ministerial y luego ordenó a empleados de una casa funeraria el levantamiento del cuerpo para que fuera trasladado a la morgue de la PGJE, para la autopsia de ley, pero el cuerpo, quedaría por algunos días en una gaveta, hasta que algún familiar o amigo, la reconozca y reclame el cuerpo para darle sepultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario