Por
René Gutiérrez G.
Fotos:
José Mario Aguillón G.
Los hechos fueron reportados por las operadoras del Centro de Emergencia 066, tanto a la Policía Estatal Acreditable y Policía Ministerial, para que se acercaran a ese punto del macabro hallazgo, llegando también los peritos de Técnicas Forenses de Servicios Periciales para tomar evidencias.
Los rescatistas de Protección Civil tuvieron que hacer acopio de todo su esfuerzo para safar el cadáver de las compuertas y llevarlo hasta el otro extremo del canal para luego sujetarlo de un pie con ganchos para subirlo a la superficie, para que el fiscal de la Agencia Cuarta del Ministerio Público, licenciado José Elías Sánchez Rodríguez, pudiera dar fe.
El cuerpo tendría por lo menos de cinco a siete días de ahogado, de acuerdo al testimonio del perito Francisco Duval, quien agregó que a simple vista el cadáver no presentaba huellas visibles de violencia, observando que estaba todo tatuado de su pecho y brazos.
El cuerpo del desconocido estaba vestido con un pantalón azul de mezclilla, una playera con franjas celestes, tenis de color negro y de una estatura aproximada a los 1.75 metros, no pudiendo apreciar una edad aproximada.
Finalmente, luego de que el fiscal dio fe de los hechos, ordenó a los de la funeraria que el cadáver fuera llevado al Semefo para la necropsia de ley.
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