Por: René Gutiérrez G.
Fotos: José Mario Aguillón G.
Aunque el conductor de una Chevrolet Trail Blazer no podía pronunciar palabra debido quizás a lo asustado de la proyección contra un domicilio o a la borrachera que se cargaba, el perito de tránsito y vialidad dedujo que fue por su propia imprudencia que se proyectara contra el domicilio de una familia que pedía a gritos a los testigos que no dejaran huir al responsable.
El accidente ocurrió por la llamada Calle 20 y boulevard Río San Juan de la colonia Aztlán, hasta donde llegaron paramédicos de protección civil que atendieron al lesionado que solamente se identificó con el nombre de José Díaz de 30 años, que tampoco pudo decir su domicilio particular.
El circulaba de oriente a poniente por calle 20 y antes de llegar al boulevard Río San Juan, se proyectó contra el portón de fierro del domicilio cuyos propietarios prefirieron no informar sus generales y mientras el perito Roberto De León (Motor), levantaba evidencias de la proyección, José Díaz, era atendido por los paramédicos de protección civil arriba de la ambulancia, para luego internarlo en un sanatorio particular, aunque comentaron, que no padecía nada, pero estaba nervioso y golpes leves en su cabeza.
Del accidente resultó lesionado el conductor y daños materiales cuantiosos, al destrozar el portón referido y tumbar un anuncio luminoso.
Fotos: José Mario Aguillón G.
Aunque el conductor de una Chevrolet Trail Blazer no podía pronunciar palabra debido quizás a lo asustado de la proyección contra un domicilio o a la borrachera que se cargaba, el perito de tránsito y vialidad dedujo que fue por su propia imprudencia que se proyectara contra el domicilio de una familia que pedía a gritos a los testigos que no dejaran huir al responsable.
El accidente ocurrió por la llamada Calle 20 y boulevard Río San Juan de la colonia Aztlán, hasta donde llegaron paramédicos de protección civil que atendieron al lesionado que solamente se identificó con el nombre de José Díaz de 30 años, que tampoco pudo decir su domicilio particular.
El circulaba de oriente a poniente por calle 20 y antes de llegar al boulevard Río San Juan, se proyectó contra el portón de fierro del domicilio cuyos propietarios prefirieron no informar sus generales y mientras el perito Roberto De León (Motor), levantaba evidencias de la proyección, José Díaz, era atendido por los paramédicos de protección civil arriba de la ambulancia, para luego internarlo en un sanatorio particular, aunque comentaron, que no padecía nada, pero estaba nervioso y golpes leves en su cabeza.
Del accidente resultó lesionado el conductor y daños materiales cuantiosos, al destrozar el portón referido y tumbar un anuncio luminoso.
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